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LUJAN, 15 de Julio de 2023

Universidad Nacional de Lujan

Reflexiones acerca del curso de post grado Ciencia, religión y conciencia dictado por el profesor 

Luis Samolski.

 

En estos tiempos tan conflictivos, encontrar este curso semeja encontrar un oasis en el desierto.

Agradezco profundamente a la institución y especialmente a vos Luis, por ofrecer esta posibilidad de ver la historia desde una perspectiva distinta y fascinante y por introducirnos en la increíble aventura del hombre en su búsqueda de lo que parece ser inasible y difícil de ubicar, la conciencia.

Cada lunes, esparcías con paciencia y bondad tu conocimiento y el de los científicos, investigadores, sicólogos y filósofos que estaban y están abocados totalmente a la solución de las grandes incógnitas, como es precisamente el tema de la conciencia.

Admiro tu respeto hacia todo pensamiento o posición distinta o incluso antagónica a la tuya, así como tu habilidad para incentivar el sentido del asombro, tan importante pero frecuentemente perdido o anestesiado.

Me siento afortunado de haber participado en este curso, esperando que esta cruzada continúe.  Creo que sería muy bueno que se hiciera una mayor difusión para que más personas se beneficien.

Creo también, que sería muy bueno que la difusión e invitación para participar se hiciera a otras universidades, argentinas y extranjeras.

Que tu laborioso esfuerzo por iluminar nuestras mentes prosiga sin pausa. Estoy seguro, por lo vivenciado personalmente y por lo conversado con otros compañeros que esas potentes semillas de sabiduría crecerán inevitablemente.

Un abrazo

Rubén Eduardo Camerano

Lujan, 8 de septiembre de 2023

 

A quien corresponda:

 

"¿Como llegué al curso?

La respuesta más simple sería decir que vi la invitación en el Facebook de la Universidad de Lujan, pero la cuestión es un poco más profunda.

Cuando terminé mis estudios de grado en la rama de las Ciencia Económicas, no hice más que iniciar un camino de continuo e intenso aprendizaje, con el ejercicio de la profesión, con el ejercicio de la docencia, con capacitaciones de distinto tipo, con algún postgrado y fundamentalmente con un profundo y serio régimen autoestudio, todo ello encarrilado dentro de una ancha autopista de temas pero siempre en torno a un núcleo dado por las Ciencias Económicas, este recorrido de vez en cuando me llevaba a ir dejando algún que otro tema fuera de agenda, ya sea por incomodidad, por falta de herramientas para abordarlo, o quien sabe por qué.

Hace un tiempo decidí abandonar la “comodidad” de la autopista por la que venía transitando y empezar a transitar rutas de doble mano y hasta caminos vecinales sin asfaltar, esos que te desafían y te hacen meter en el barro (si llovió) hasta llegar a pueblos desconocidos habitados extrañas personas!!!, abordando esos temas que venían quedando colgados.

El tema más complicado que traía guardado desde hace mucho tiempo es el referido a Dios y la religión, fuertemente condicionado por mi inserción familiar/cultural y recientemente puesto sobre la mesa en virtud de una increíble experiencia con el COVID, la que, entre tantas cosas, me tuvo muerto durante 89 segundos. No puedo despertarme y seguir siendo el mismo!!!

En este contexto es que me llega la invitación de La Universidad.

 

¿Qué buscaba en este postgrado?

Ahora me doy cuenta, y no en ese momento, buscaba quizá un soporte teórico y académico para respaldar algo que hacía rato venia sospechando, “que Dios no existe y que la religión fue un armado hecho por gente muy inteligente que utilizó el mayor de los miedos humanos, el miedo a la muerte, para aglutinar seguidores prometiéndoles una vida eterna”.

Desde ya que rescato de las religiones el fomentar el amor al prójimo, la solidaridad y todo lo relacionado con el buen hacer y el buen proceder.

 

¿Qué encontré en el postgrado? ) (Respecto de los contenidos y no del profesor).

Quizá lo que buscaba, creo que sí, de hecho hoy en día aquellas sospechas dejaron de serlo.

Pero también encontré muchísimas otras cosas que no buscaba y que me sorprendieron (y desbordaron), me desafiaron enormemente y me obligaron a pensar muchísimo, me sacaron del eje del 2+2=4.

Muy bienvenido sea ello!!!! Es un ejercicio muy distinto al que venía acostumbrado.

Apareció algo llamado conciencia, que para mí siempre fue el alma (sin connotación religiosa).

Siempre me imagine lo que era el alma de las personas, pero sólo eso, no se me había ocurrido explorarlo, buscarlo (¿qué loco no?), desmenuzarlo, entenderlo, pensarlo como algo quizá separado del cerebro de una persona (¡¡¡¡más loco aún!!!!).

Aprendí que es igual de complicado explorar la conciencia que el universo.

Me pareció un lujo (y un mundo nuevo) pararse frente a las ciencias (y no dentro) para pensarlas, tratar de delinear sus actuales limitaciones, sus potenciales caminos por recorrer, poder darse el lujo de dudar del sostenimiento de algunas de sus piedras basales, ¡¡¡todo esto es demasiado fuerte!!!

 

¿Que encontré en vos? (Respecto del profesor y no del contenido)

Siempre como alumno ponemos a prueba al profesor y como profesor sabemos que los alumnos nos terminan midiendo en cada momento, es inexorable…...

En vos Luis, encontré a un profesor con extraños poderes, con un señority elevadísimo.

Digo esto porque nunca dejaste nada sin contestar, porque en cada respuesta dejas la vida, aun sabiendo que la respuesta es “ no hay respuesta”, por tu enorme capacidad de relacionar cosas para sustentar una respuesta, porque podés saltar de una ciencia a la otra como si nada, porque contestas citando a Freud (criticándolo si fuera necesario) y sin despeinarte saltas a cualquier otro autor.

¡¡¡Se nota que amas lo que haces!!! Y esa pasión contagia y suma a los contenidos.

Siempre estuviste al tanto de lo que vamos escribiendo en el muro, pero también tenes presente a lo largo de todo el curso, comentarios puntuales de cada alumno, siempre trayéndolos en sentido positivo.

Me gustó mucho el hecho de que más allá de existir un temario, nunca sabíamos donde íbamos a terminar, allá donde las preguntas y el debate nos lleve.

En síntesis, un lujo como profesor.

Es raro lo que me sucedía en las clases, no quería que terminaran, me entusiasmaban y esperaba que lleque el lunes.  

  

¿Qué le diría a La UNLu?

En primer lugar, mi agradecimiento a la institución por la oportunidad de participar en el postgrado, debo de sacarme el sombrero ante quien corresponda, en virtud de haber apoyado y sostenido la realización de esta actividad académica, estamos ante un postgrado bastante atípico en virtud de su contenido, pero también ante un postgrado bastante fuerte en cuanto a sus resultados.

Usualmente, cuando hago un postgrado, participo, se desarrolla su contenido, se debate, se termina, se aprendió lo que fuimos a aprender y listo.

Termino este postgrado con una sensación muy extraña, la sensación de “cómo ya terminó?”, me quedo con ganas de mucho más, de seguir peloteando temas, de profundizar aún más tantos otros, de hacer preguntas que omití adrede para no irnos con el horario, etc.

 

¿Que le pediría a La UNLu?

A quien corresponda, que siga sosteniendo y apostando a este tipo de actividades.

En el caso de que el próximo año se repitiera, me volvería a anotar y les recomendaría a otros colegas que lo hagan, sería imposible que una cursada sea igual a la otra, la naturaleza de los temas y la impronta del profesor lo aseguran.

 

Consideraciones finales.

Claramente soy distinto al que inicio la cursada, clarifique sospechas, aprendí cosas nuevas, me llene de preguntas, muchas de las que por ahora no pueden ser respondidas, mire a algunas ciencias desde afuera (inédito para mi), me di el lujo de pensar fuera de mi zona de confort  (Ciencias Económicas), me llevo herramientas útiles para mi vida, pero también abrí una puerta que me condujo hacia un área del conocimiento poco explorada por mi hasta el momento, lo que me desafía enormemente hacia el futuro, un poco por curiosidad y otro poco por necesidad.

Sospecho que he logrado ser un poquito más humano.

 

Luis, un verdadero placer haber participado y más aún, haberte conocido, espero que podamos permanecer en contacto junto con el grupo y que La UNLu nos dé nuevas oportunidades académicas de encuentro, y si así no lo fuera, que sean encuentros no académicos, pero que se den.

Un abrazo.

Juan José Rubio (JJ)          "

Luján, 7 de julio 2023
Universidad Nacional de Lujan
Informe sobre el Curso de Posgrado dictado por el Profesor Luis Samolski durante
el primer cuatrimestre de 2023
Este curso sigue superando mis expectativas (es la tercera vez consecutiva que lo
realizo). Es un privilegio poder continuar el estudio de tan amplio y complejo tema
de la “evolución del ser humano” de manera tan didáctica, dinámica y amena. No
solo me brindó información, me dio lugar a reflexionar y respuestas a muchos
interrogantes.
A través de los conocimientos brindados por el Prof. Luis Samolski y de los
interesantes materiales sugeridos pude comprender el comportamiento de los
distintos grupos humanos a lo largo de toda la historia. Ello me dio la oportunidad
de rever diferentes aspectos del pensamiento, conocimiento, complejidad,
creencias, tradiciones, realidad, lenguaje, comunicación. Así pude captar con un
mayor entendimiento las diferencias culturales, políticas, sociales, religiosas y de la
ciencia.
Todo lo anterior me permitió observar la realidad desde caminos diferentes y
despertó en mí el interés de seguir indagando sobre tan importantes temas en
próximos cursos del Prof. Samolski, dada su capacidad docente para integrar y
explicar de manera sencilla lo complejo, sin dejar de mencionar su calidez humana
y su profunda sensibilidad.
Curso excelente, no dudo en recomendarlo.
Graciela Lucía López
DNI 11.644.385

 

 

 

 

 

 

 

 

SEMINARIO “CIENCIA, ESPIRITUALIDAD Y CONCIENCIA”
Informe Final

Cuando en marzo de 2020, en los inicios de la atroz pandemia, comencé por
primera vez este postgrado, nunca pensé que se convertiría en un hito en mi
vida personal. Lo inicié como uno comienza cualquier otro curso, por inquietud
intelectual, imaginando que obtendría como resultado un mayor conocimiento
obre el tema y unas líneas más en mi currículo. Por supuesto que eso sucedió,
pero fue lo menos importante. Lo particular de este postgrado es que
trasciende la vida académica y se adentra en lo cotidiano. Nos invita a
reflexionar sobre nuestras actitudes, nuestros pensamientos, nuestros valores,
nuestras esperanzas, nuestros temores, y a responder esa terrible pregunta:
¿Quién soy? Y Luis, como un Sócrates moderno, nos guía pacientemente en el
camino de conocernos a nosotros mismos.
Ya es la cuarta vez que curso este seminario y siempre aprendo algo nuevo.
Se esperan los encuentros de los lunes a la tarde como un espacio de libertad
donde se debaten temas poco frecuentados en otros ámbitos académicos, con
un inmenso respeto por la opinión del otro. La calidez y la calidad humana de
Luis son contagiosas y se transmiten al grupo y al ambiente que él crea con su
sola presencia.
Un seminario de estas características no se puede evaluar averiguando si se
dictaron todos los contenidos o si se alcanzaron los objetivos planteados. La
evaluación de este seminario debe enfocarse en lo trascendente de su
propuesta. En un universo “desencantado”, mecánico y carente de conciencia
como el que presenta la cosmovisión occidental actual, que alberga vida que se
supone que surgió sin un propósito, como un mero fenómeno químico, la
titánica tarea de indagar sobre el sentido de la creación en general y de la vida
humana en particular se convierte en algo indispensable para lograr ese
“reencantamiento” del mundo que tantos autores mencionan como única salida
de esta realidad tan vacía que hemos construido. Luis Samolski, con su
impecable lucidez, nos invita a transitar ese camino en un seminario que es un
lujo para cualquier institución académica.

Verónica Leonor Pernicone

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